Las vacaciones suelen ser un momento de relax y disfrute, muchos hogares se quedan vacíos durante un día, dos o generalmente más días que limitarse a un fin de semana fuera de casa. Y también pueden ser un periodo crítico para la gestión de plagas en nuestros hogares. A la vuelta de nuestras vacaciones, porque también nos hemos tomado una semana para descansar, hemos observado un notable aumento en las solicitudes de tratamiento de cucarachas después de las vacaciones.
¿Qué está detrás de este fenómeno?
Vamos a explorar las razones por las que la ausencia prolongada puede hacer que tu hogar sea un blanco atractivo para estas indeseables intrusas.
1. Disminución de la actividad humana
Cuando las personas se ausentan de sus hogares por un día, varios días o incluso semanas, la actividad humana en la casa se reduce significativamente. Las cucarachas son criaturas oportunistas que prosperan en la ausencia de vigilancia. Menos movimiento humano significa menos disturbios y, por lo tanto, más oportunidades para las cucarachas de explorar y colonizar áreas de la casa que normalmente estarían en uso constante. Las vibraciones que producimos al andar por nuestra vivienda, algo que pasa desapercibido para nosotros dado nuestro tamaño, para las cucarachas es una clara señal de actividad y por tanto una señal de alerta para no salir del escondite o nido.
2. Abundancia de recursos no utilizados
Durante las vacaciones, las personas suelen dejar de usar ciertos recursos del hogar, como comida en la despensa, restos en los cubos de basura o en los electrodomésticos. Las cucarachas pueden encontrar estos recursos, como restos de comida o migas, más accesibles en ausencia de los residentes. Son esos pequeños detalles los que alimentan a estas cucarachas en ausencia de los dueños.
3. Cambios en la temperatura y humedad
Las vacaciones de verano suelen coincidir con temperaturas más altas y una mayor humedad, dos factores que favorecen la proliferación de cucarachas. Las casas vacías, especialmente aquellas que no se mantienen a una temperatura adecuada, pueden ofrecer un ambiente propicio para que las cucarachas se reproduzcan rápidamente. La falta de ventilación al cerrar las ventanas y el calor acumulado pueden hacer que tu hogar sea un lugar aún más atractivo para ellas.
4. Oportunidades para la infestación
La ausencia prolongada también puede dar lugar a oportunidades para la infestación si hay puntos de entrada no asegurados. Las cucarachas pueden entrar en el hogar a través de pequeñas grietas, desagües mal sellados en el caso de cucarachas americanas, o incluso a través de cajas y equipaje traído de viajes en el caso de cucarachas germánicas. Sin la vigilancia habitual, estas plagas pueden asentarse y proliferar sin ser detectadas.
5. Menor frecuencia de mantenimiento
Cuando estamos de vacaciones, es probable que descuidemos el mantenimiento rutinario del hogar, como la limpieza de áreas de difícil acceso, la revisión de posibles focos de humedad o el vaciado regular de cubos de basura. Estos descuidos pueden proporcionar un entorno ideal para que las cucarachas encuentren refugio y alimento.
¿Qué puedes hacer para prevenirlo?
Para minimizar el riesgo de infestación de cucarachas durante tus ausencias, considera tomar las siguientes medidas:
Limpieza a fondo: antes de salir de vacaciones, asegúrate de limpiar bien tu hogar, prestando especial atención a áreas como detrás de los electrodomésticos, en los desagües y en los rincones ocultos. Obviamente decir esto es más fácil que hacerlo, más si se trata de un viaje con niños, donde la planificación se lleva todo el tiempo de tu mente. Planificar es la clave.
Sellado de entradas: revisa y sella posibles puntos de entrada para evitar que las cucarachas puedan acceder a tu hogar.
Gestión de residuos: vacía y limpia los cubos de basura y otros recipientes que puedan acumular restos de comida. Harinas, azúcares u otros productos abiertos déjalos dentro de la nevera, una, para su mejor conservación, y dos, para evitar alimentos al alcance de insectos.